La posibilidad de pasear por el Durance y admirar la puesta de sol al atardecer
Siguiendo las huellas de Cézanne, descubra el paraíso de los excursionistas y escaladores con los senderos señalizados: www.amisdesaintevictoire.asso.fr
Al norte, los innumerables picos de los Alpes en la imagen. Al sur, las ondulaciones de los macizos provenzales. El fantástico panorama que ofrece esta corta caminata es de fácil acceso.
Uno de los pueblos más bonitos de Francia, es sobre todo el lugar de mi infancia y donde sigo viviendo hoy.
Entonces, ¿cómo no decirle que se pase por Lourmarin para disfrutar simplemente de un momento fuera del tiempo con sus estrechas calles y el estilo de vida provenzal?
Este pueblo de piedra seca encaramado en su roca es también uno de los más bellos de Francia y tiene una historia centenaria.
Este pueblo encaramado en un lecho de lavanda es famoso por la Rotonde, la torre del homenaje circular del castillo que corona la colina sobre la que se extiende el pueblo, testigo de una rica historia.
En junio y julio, los campos circundantes estallan en una profusión de lavanda.
Sin duda, uno de los pueblos encaramados más bonitos del sur del Luberon. Con su castillo milenario, sus callejuelas y fachadas típicamente provenzales y sus paisajes de viñedos, este pueblo respira Provenza
El santuario está construido en un gran jardín con flores y árboles. En el camino, una cascada, un estanque, varias estatuas, nichos tallados en la roca. En lo alto del camino, desde donde la vista domina el valle, se llega a la modesta capilla de San Miguel, construida frente a un bálsamo natural, rodeada de árboles centenarios.
La abadía de Silvacane, situada en el municipio de La Roque d’Anthéron, se encuentra entre el Luberon y la chaîne des Cotes, en la orilla izquierda del Durance, vía de comunicación y camino de trashumancia.
La ubicación elegida es una zona rocosa, con vistas a los pantanos duranguenses
La catedral de Sainte-Anne es una de las basílicas más antiguas de la Provenza. En el siglo XVII, cuando la capilla real acababa de ser construida, tuvo el honor de acoger a la madre de Luis XIV, Ana de Austria, que venía en peregrinación.